El día acordado llegó y, en contra de lo que el pelinegro había imaginado, aquella noche casi no pudo dormir. Estaba demasiado entusiasmado, como un niño pequeño, incapaz de controlar la emoción que le recorría las venas. No pudo conciliar el sueño, no cuando Hokkaido lo >

—Voy a mandarte de una patada de vuelta a tu casa. Su lengua chistó, acompañada de un ligero rodar de ojos al verse descubierto por el pelinegro. Podría haber fingido indiferencia, pero, en el fondo, no veía la necesidad de ocultar nada frente a él. Con calma, >

No es ignorante, sabe que el otro está ahí observándolo, y, cuando se le hizo incómodo ya, rompió el silencio. —Es de mala educación mirar sin decir nada, ¿sabes? No obstante, siguió enfrascado en su tarea, recién colocando el “tronco” del muñeco.

/ Voy a dormir, que es súper tarde ya. Gracias por el ratito, y cita si gustas. ✨

—Oi, tu madre aún no me ha pagado este mes, no puedo seguirte la tontería. Ladeó ligeramente la testa, visiblemente ofendido ante tal hecho, pero fue solo una excusa para eludir el tema. Quizá, de manera inconsciente, sí dependía del pelinegro en muchos aspectos, pero aún no se >

—Huuuuh. Afirmó con aparente desinterés, volviendo a poner distancia entre ellos mientras desviaba la mirada. En el fondo, se alegraba de tenerlo allí, pues, efectivamente, era un lugar solitario. Sorbió de su bebida con lentitud, y, tras un breve silencio, volvió a dirigir sus zafiros >

Por supuesto, aquel sencillo ademán fue suficiente para provocar al Gojo, quien no dudó en dar otro paso más, para hacer que el índice ajeno tocara su pecho. —¿Acaso no puedo? Una sonrisa burlona se dibujó en sus labios, >

Ah, ¿y este? De un salto se puso de pie, alzando la mano libre de un lado a otro. —¡Oeee, Suguru! ¿Qué haces aquí?

Tuvo que irse de improvisto antes, pero ya está de vuelta, con un cartón de leche de plátano en la mano. Se sentará en un banco, sorbiendo de manera /innecesariamente/ ruidosa.

Ah, ¡otra persona! Ahora son suficientes para… jugar a los bolos, por ejemplo. Manita que alza en dirección de Morgen.

Simplemente se encogió de hombros, esbozando una expresión pícara, para luego dejar escapar un suspiro pesado. —Qué aburrimiento. Oye, señora, hagamos algo.

Ante el comentario (que verdad era…), se quedó observándola unos segundos más en silencio, con una intensidad que bordeaba lo incómodo. Entonces, sin previo aviso, sacó la lengua cual infante. —Bleeh. No va a mencionar en voz alta que siente una energía extraña provenir de ella.

¡Es peor que una maldición! O eso cree… No que haya conocido a uno con anterioridad, aunque por lo que dice, parece bastante inofensiva. (👎🏻)

¿Y qué es? ¿Es capaz de controlar los sueños, o solo se alimenta de ellos?

Wuah, qué aburrimiento. Todos en la escuela han vuelto para pasar las festividades con sus familias y no tiene a quién molestar.

¿Sueños? ¿Acaso es una maldición? ¡Cuidado o la exorcizará!

Bola de nieve en manos, lengua asomando como indicador de su concentración. Quiere armar un muñeco.

Suspiro deja escapar, mientras ambos brazos alza al aire, estirando su cuerpo con lentitud. —Fiu… Qué pesado. Hablaba de su padre, por supuesto, con quién había finalizado una sesión de entrenamiento. Rasguños y barro eran visibles en su rostro.

⠀ ⠀⠀⠀⸻ ocupado: canon ⠀⠀⠀⠀⠀satoru gojo , jujutsu kaisen ⠀⠀⠀⠀ @heaveneyes.bsky.social ⠀