Nacho Vigalondo 7 months ago
Todo robo cometido por OpenAi deberĂa molestarnos por igual, pero el caso de Hayao Miyazaki es especialmente odioso, la obra que se ha comido su vida es un acto de resistencia contra los atajos tecnolĂłgicos, es artesanĂa militante. No es otra baratija para que hagĂĄis carteles de carnaval, FUERA.