He terminado mi segunda novela. Una historia corta de piratas clásica, con un “algo” especial que tendrás que descifrar. Queda pendiente revisado y edición, pero disponible MUY pronto. Gratis en Kindle Unlimited. Portada y anuncio por mi talentoso amigo y colaborador @jbernabeoficial.bsky.social

Me despido de Bluesky. Fue interesante, pero es momento de invertir mi energía en otros lugares. Si quieres seguir en contacto conmigo y con mis libros, puedes encontrarme en Threads (@jbernabeoficial). Gracias de corazón a quienes compartieron camino por aquí.

La fantasía también puede doler. En Las Crónicas del Varekk no hay héroes con espadas brillantes. Hay dolor ritual. Hay culpa. Hay memoria sellada con sangre. Y sí, también hay belleza. Pero una que cuesta caro.

No sé si lo sabías, pero Kaedan cuesta menos que un café. Y ayuda muchísimo más que la cafeína. www.amazon.es/dp/B0F5JWTPFL (Sobre todo a mi, que intento que se me conozca)

No subestimes el valor de tus emociones. Estás sintiendo. Eso ya es vivir. Y vivir, aunque duela, es resistir.

No todos los días son buenos. Pero todos los días cuentan. Incluidos esos en los que simplemente sobrevives.

Una reseña sincera puede cambiarle el día —o la carrera— a un autor. No subestimes el poder de tus palabras. (Eso también es escribir.)

El primer lector siempre soy yo. El crítico más feroz.

Kaedan fue solo el principio. El segundo relato de Las Crónicas del Varekk llegará muy pronto. Más oscuro, más íntimo, más revelador. Gracias por acompañarme en este viaje. ¿Os gustaría ver antes la portada o preferís que comparta un fragmento del relato?

¿Sabes lo que tiene de mágico un libro? Que puede ser exactamente lo que necesitas… aunque no sepa que existes.

Un día te das cuenta de que no todo lo que duele es malo. Que hay heridas que te abren los ojos, y vacíos que te enseñan a llenar la vida con otras cosas.

Escribir ficción es mentir con tanta honestidad que quien te lea no se sienta engañado, sino comprendido.

Si has leído Kaedan, gracias. Si te gustó, no olvides dejar una reseña: en Goodreads, Amazon o incluso una historia en Instagram. No imaginas cuánto ayuda eso a un autor independiente. (Y si no lo has leído aún, sigue disponible ❤️) www.amazon.es/dp/B0F5JWTPFL

Si has leído hasta aquí, dime: ¿Qué te trajo a este rincón del mundo virtual? ¿Qué buscas entre letras? Te leo. Te escucho. Te agradezco.

Hoy no tengo frase poética, solo una promesa: Si me lees, te leeré. Si comentas, te responderé. Aunque solo sea con un like. ... y lo haré mientras el volumen de comentarios me lo permita. Aquí no hay algoritmo que valga más que una persona.

A veces no necesitas escribir algo perfecto. Solo algo que alguien necesitaba leer.

A veces escribo para mí, pero otras… para ti, que estás leyendo esto y aún no sabes que puedes sentirte mejor.

Hay días en los que no me entiendo ni yo. Pero aun así, escribo. Porque algo dentro quiere hablar.

Si este post te encuentra en un mal día, solo quiero decirte algo: No estás roto. Estás sintiendo. Y eso es jodidamente valioso.

Consejo a los lectores: Si un libro te hizo llorar, reír o, simplemente, pensar... escríbele al autor. Aunque sea un mensaje corto. Nunca sabes si justo ese día también lo necesitaba.

Leer es el único acto donde entras en la mente de otro… y sales siendo más tú que antes.

Hoy no escribí nada útil, pero limpié el escritorio. Lo hice, porque pensé que las musas se habían perdido entre mis papeles. (Spoiler: no estaban. Pero el escritorio brilla.)

No sé si hoy escribí bien. Pero sé que escribí con el corazón lleno. Y a veces eso es más importante que cualquier técnica.

Hoy no tengo nada brillante que ofrecer. Solo esto: Estoy aquí. Y tú también. Y con eso, por hoy, es suficiente.

Hoy no escribí nada. Pero sentí muchas cosas. Y eso también cuenta, ¿no?

Hoy escribí algo que no mostraré a nadie. No porque sea malo. Sino porque es solo mío. Y a veces... está bien que sea así.

Si algún día te dijeron que no eras suficiente… escríbelo. Grita en el papel. Haz que cada línea sea tu manera de decir: Aquí estoy, hdtpm! Y valgo.

Hoy no voy a pedirte que me sigas, solo te voy a decir: Si alguna vez te sentiste invisible, te entiendo. Yo también.

Lo más difícil no fue empezar a escribir. Lo más difícil fue seguir escribiendo los dias que siento que a nadie le importa.

Si has llegado hasta aquí, hazme saber que no estoy escribiéndole al vacío: Un emoji. Una palabra. Lo que quieras. (Lo leeré mañana con los ojos medio cerrados y el corazón abierto).

La verdad: A veces no quiero ser valiente. Solo quiero ser yo, sin miedo a decepcionar.

Hay cosas que no enseñan los manuales de escritura, como por ejemplo cuando borras un párrafo y te duele como si hubieras arrancado un pedazo de ti.

Hay días en que solo quiero que alguien me diga: “No pasa nada si hoy no puedes”. Y que lo diga en serio.

Escribir es quedarse solo con tus fantasmas… y aprender a hacerles sitio en la mesa.

Si algún día dudas de ti, recuerda: Hasta las estrellas necesitan oscuridad para brillar. (También tú).

Hoy no quiero consejos. Solo un "te entiendo". A veces es suficiente, ¿verdad?

¿Cuántas veces has escrito algo y pensado: “Esto es una mierda… pero por si acaso, lo guardo”? (Ese “por si acaso” ya ocupa medio disco duro).

Se habla mucho de empezar de cero. Pero ¿y si lo importante fuera aprender a seguir desde el punto exacto en que te rompiste?

¿Escribir sobre lo que duele ayuda… o lo fija aún más en el cuerpo?

No siempre escribo para ser leído. A veces escribo para no romperme del todo.

La escritura no me salvó. Pero me dejó construir un lugar en ruinas donde refugiarme.

Emigrar no es irse. Es partirse en dos y aprender a caminar así.

No hay consuelo más honesto que un libro que te dice la verdad.

Vivir lejos te cambia. Te da una voz nueva… pero a veces, extrañas la antigua.

No quiero mil números. Quiero mil personas que amen leer, pensar y sentir. Este reto no es solo por mí. Es por todos los que escriben en silencio. Por los que aún no se atreven. Si tú lees, si tú sientes, si tú escribes... este espacio es para ti. ¿Me ayudas a llegar a mil seguidores?

He vendido dos ejemplares de Kaedan. No debería decírtelo. Y aunque pocos la han leído, Kaedan existe. No es una historia fácil. Es oscura, ritual, llena de símbolos y cicatrices. Si decides leerlo, gracias. Si ya lo hiciste, y te tocó, cuéntaselo a alguien. Disponible en: a.co/d/h75wYVa

Vivir lejos me enseñó que uno puede echar de menos hasta el idioma en el que piensa. Por eso escribo en español: es mi casa portátil.

Hay libros que son abrazos disfrazados de papel. Algunos duelen, otros salvan. Los mejores… hacen ambas cosas.

No todos los que se van querían irse. A veces, el mundo los empuja por la espalda. Y nadie pregunta si sabían volar.

Estoy corrigiendo un capítulo que me rompió por dentro. No sé si es bueno, pero sé que es verdad.