Después del pioletazo a Trotski, entró en la casa el médico catalán Wenceslao Dutrem. Se encontró, herido y apresado, a Mercader, al que tenía por canadiense y con el que siempre hablaba en francés, que le dijo: «Doctor, ajudi'm, si us plau». Dutrem respondió: «Fill de puta, havies de ser català».
9 days ago