loading . . . Más problemas para EMT con los buses de hidrógeno: Almeida achaca su retirada a revisiones en la estación de carga El alcalde justifica que estos diez vehículos llevan casi dos meses sin funcionar después de una inversión de 7,7 millones de euros y argumenta que no es por fallos de diseño o climatización, sino que se debe a la propia hidrogenera. El PSOE cree que la explicación ilustra cómo el proyecto "hace agua por todas partes"
El plan “único en Europa” de Almeida para EMT acaba con diez buses retirados por fallos de climatización y diseño
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha reconocido este jueves en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno la retirada de los diez autobuses de hidrógeno adquiridos por la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT). Una inversión de 7,7 millones de euros financiada a través de fondos europeos para unos vehículos que comenzaron a circular en primavera y llevan ya casi dos meses fuera de servicio.
Aunque la retirada de los vehículos llegó después de que el PSOE municipal denunciase públicamente los fallos de climatización, de los que alertaron los propios conductores en diversos partes de averías e incluso en un escrito dirigido a la gerencia de EMT, el regidor dice ahora que los diez autobuses no están cubriendo la línea 145 entre Conde de Casal y el Ensanche de Vallecas por otros motivos: “Se están llevando a cabo labores de conservación y mantenimiento de la hidrogenera. No están en condiciones de ser recargados porque esta infraestructura crítica y complicada tiene que pasar unas revisiones periódicas y durante ellas no está en condiciones de producir hidrógeno para que los autobuses puedan funcionar”.
Esta explicación sugiere el regreso futuro de los autobuses, algo que muchos de los propios conductores de la 145 habían cuestionado debido a las averías del aire acondicionado y a problemas relacionados con el diseño que merman la visibilidad, la ventilación o el espacio físico de la cabina del conductor y del conjunto del bus. “No quieren que se arregle el problema porque lo que no les apetece es volver a esos autobuses”, apuntaba el edil socialista Ignacio Benito en unas declaraciones a este medio, respaldadas por un autobusero con el que este periódico pudo conversar. Fuentes del área de Movilidad afirman que “se ha solucionado la incidencia de rendimiento de climatización ”, aunque no se pronuncian sobre el resto de reproches.
“Decir que los autobuses están perfectos, pero que no operan por problemas con la máquina de repostar de la hidrogenera (el corazón del proyecto), no es para que Almeida saque pecho. La denuncia sigue siendo igual de válida, lo es doblemente porque los problemas los dan los autobuses y la hidrogenera. Hace agua por todos lados”, critica Benito. El portavoz socialista en la Comisión municipal de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad protesta además por que el Ejecutivo municipal haya necesitado el salto mediático del caso para ofrecer una explicación pública: “Hemos pedido información estos meses y no nos la han dado, en una nueva muestra del oscurantismo de este Gobierno”.
Almeida, que el pasado noviembre anunció el proyecto como “único en Europa”, ha vuelto a presumir de que el Consistorio que lidera es “la primera administración pública que tiene una hidrogenera propia”. Detalla que “otros ayuntamientos tienen acuerdos con compañías eléctricas, pero el de Madrid es la única administración que tiene una infraestructura propia de hidrógeno”.
Las cuentas pendientes por resolver de unos buses que “vinieron defectuosos”
El conductor de la línea 145 que atendió a Somos Madrid hablaba de “un problema de la serie”, ya que los defectos se han repetido en condiciones casi idénticas en las diez unidades incorporadas. “No es cosa del motor, que con el hidrógeno iba de maravilla y no daba ningún problema, además de que encima se reduce la contaminación. La cosa es que todo lo demás era peor, estaba mal diseñado ya de fábrica. Vinieron defectuosos”, exponía.
“Solo se podían abrir cuatro ventanales, mientras que en la mayoría de modelos puedes abrir todos o casi todos. Eso habría permitido que en primavera, cuando empezamos a detectar los fallos del aire acondicionado, se hubiesen seguido utilizando con normalidad ventilando y ya en verano el problema se habría agravado. Pero como ni siquiera corría el aire, era inaguantable solo con que hiciera un poco de calor. Al final con ese diseño fomentas que los vehículos se queden fuera de circulación y que la calidad o los tiempos del servicio se deterioren”, se quejaba.
Arremetió además contra el diseño de las cabinas del conductor: “Eran mucho más pequeñas, con lo cual el confort de un sitio en el que pasamos muchas horas al día se resiente. Y con ello, nuestra calidad de vida y la del servicio que podemos ofrecer”. De hecho, recalcó la “sorpresa” que sintieron ante el tamaño general de los buses de hidrógeno: “Tenían una capacidad mucho menor a los 90 pasajeros del modelo que llevamos ahora. Si compras vehículos más pequeños, más gente se queda en la parada”.
Las quejas compartidas entre compañeros llegan incluso a los retrovisores. O más bien las cámaras que actúan como tal, ya que elCaetano con motor de hidrógeno es uno de esos modelos más nuevos y eléctricos que utilizan unos espejos de reflexión virtual. Estos elementos proyectan imágenes en pantallas interiores para reducir los ángulos muertos, mejorar la visibilidad y facilitar las maniobras, aumentando así la seguridad. Una técnica extendida en buses de EMT, pero que en las cámaras de estos diez buses de hidrógeno presentaba una importante deficiencia: “La protección contra la lluvia estaba mal diseñada, así que con el agua hacía efecto lente y la gota ocupaba toda la pantalla”. http://dlvr.it/TNzhZv