—Osea que por eso no las encontraba... Iba a seguir quejándose de que ya estaba bien con robarle el armario desde las últimas fiestas, pero al seguir escuchándola bufó y se mordió la lengua. —Un poco de respeto con mis humanitos. Que encima yo estoy bastante cerca de ser una de ellos.

—Yo me he comprado unas gafas de sol bien horteras. No sé dónde dicen que Milán es la capital de la moda.

Antes de huir de las sábanas está mañana, ha dejado en la habitación el par de pequeños regalos que había elegido para @worstnightmares.bsky.social

Al sentir su cercanía, rodeó su cintura con uno de sus brazos y dejó el propio peso de su costado contra el demonio. Soltó un escueto suspiro antes de dignarse a hablar de nuevo. —Supongo, pero no es algo que busque. Y dudo que lo quiera ahora mismo.

—Ni que te diera ahora miedo la universidad o Londres en sí, como para querer huir, Cain. Bromeó, acompañando su tono junto a una risa ahogada.

—Es algo que me podía imaginar... Ambas cosas. Sonrió satisfecha apurando el cigarro antes de pisar la misma colilla con una pausa breve. —¿Que quién ha dicho el qué? Bromeó encantada, dándole una palmadita sobre el hombro. —Encantada, Ike.

—Ya te lo he dicho. Desvió la mirada intentando evitar rodar los ojos de una forma descarada ante su tono; entre su rostro dejaba escapar el poco humo que emanaba de su boca tras hablar. —Quiero conocer a la familia. Seguro que tenéis qué aportar, ¿o tú sólo eres esa clase de chico que va de chulo?

—Lo estuve. Hubo una persona, pero tuvo un accidente.... Y ya no está. Se encogió de hombros, con la mirada errática en un punto fijo, sin más. Se arrepentía de mucho. No quería arruinarse la noche recordando demasiado. —Dudo mucho que vuelva a sentir algo así por alguien.

|| Voy a terminar de responder el par de menciones activas y ya huyo.

|| Jope, ya hacía tiempo que no se activaba así. Gracias x tanto a pesar de todo.

—Os habéis pasado mil pueblos... Hasta yo estoy empezando a dudar de querer seguir teniendo a tanta gente diferente junta. Ha acertado a decir y se ha dignado a sacar /ahora/ su navaja para entretenerse en cortar un trozo de limón de los chupitos de tequila.

Ha estado al borde de sacar su propia mariposa, pero al mismo tiempo esta estática. No sabe en qué momento ha llegado a ponerse todo tan sumamente ido de madre.

|| 11/10

—¿No podéis dejar los malos rollos ni una noche? Chasqueó la lengua, advirtiendo tanta tensión entre su tanto alcohol.

—Ay, no me digas esas cosas 🥴 #nv

Rodó los ojos sutilmente, separándose rápidamente de él para sentarse en frente de un salto. Cigarro entre los labios, estaba con una expresión entre una rabieta y un puchero. —Lo sé, pero me ha dicho que es difícil... Se hizo de rogar, con la mirada, escondiendo una sonrisa igual de entretenida.

—Oh... Fue lo único que acertó a decir con una tenue media sonrisa y cierto brillo en los ojos. —Me alegro entonces, supongo. Deslizó sus palmas por sus propios antebrazos, suavizando su expresión. —No sé, hay gente que se avergüenza de ello, y no lo entiendo. O lo rechaza...

—Quién fuera policía. #nv

—Y yo que pensaba irme a andurrear por los canales dentro de un rato... Se me han quitado las ganas. Pensó en voz alta y contuvo la risa escuchando las anécdotas ajenas. La del más alto incluida. Se está apiadando mentalmente hasta de la yaya Zvláštní (por mal que le caiga). Lo que la haría pasar.

Sostuvo su mirada con sus azules por unos largos minutos antes de dignarse a buscar su cercanía, apoyando su rostro contra su hombro. —¿Sueñas con ir a algún sitio?

Aprovechó el gesto de retirar la ceniza para atraparlo del brazo. Como un espejo: reflejó una diminuta sonrisa en sus labios al escucharlo. —Alguna forma habrá de convenceros, que tengo que aprender irlandés. Y me gustaría conocer a la familia, venga...

—Ajá. Lo dicho. Yo no como gente y sí sé lo que es tener 𝒉𝒂𝒎𝒃𝒓𝒆 por una persona. Y más allá de una necesidad física, aunque creo que no es tan diferente; no lo somos. Apretó sus labios, dejando escapar tras ello un suspiro. Intentó quitarle hierro al asunto con una de sus risas. —Ya lo entenderás.

—Kenneth, ¿has bebido mucho? Se te lengua la traba.

—Bueno, eres de los pocos que tiene la oportunidad de alargar el viaje... Habló en un hilo de voz, atrapando sus dedos entre los propios para terminar de entrelazarlos todos. No iba a preguntar tan directa un porqué. Que hablara más o menos abiertamiente, si así quería.

—Yo voy a tener que quedarme mirando un poco, porque no creo haberlo pillado.

Frenó en seco al escucharlo y giró sobre sus talones cruzándose de brazos. Sintió el ardor sobre sus mejillas. ¿Por qué ella misma se lo había tomado tan personal? —Hyden, nunca has estado enamorado, ¿verdad?

Se encendió uno de sus cigarros junto a una larga calada, encogiéndose de hombros mientras soltaba el humo. Por su parte, estaba sonriente; sobretodo, al sentir la nicotina que llevaba necesitando desde hacía minutos. —Se sabe cuidar sola. Y si no ya estoy ahí yo para cuando no. ¿Os vais está noche?

Contuvo un suspiro, correspondiendo su gesto con un leve balanceo. —Lo sé, pero yo sigo aquí.

—Me llevaron de viaje cuando estudie en Montpellier. En realidad este es mi segundo viaje como tal, después de ir a la universidad en Londres, claro. Con curiosidad e imitando su sonrisa, cuestionó jugueteando con su máscara. —¿Hasta dónde has llegado por agua, Halsey?

—Piensa mal y entenderás, Hyden. Dió una palmadita sobre su pierna, intentando no toparse con su mirada. Y evitando sonrojarse con ello. —Ya sabes, lo que se hace con alguien en plan muy romántico. Cosas de mayores. Contuvo la risa dignándose a irse del todo.

—Ilumínanos, Juliet. No tiene ni idea, sólo conoce el de toda la vida. ¿En Irlanda tienen juegos en diferentes versiones de todo?

Chasqueó la lengua hacia la sirena. —Tienes razón... Se me había olvidado ese pequeñísimo detalle. Aún recuerdo el agua del Sena cuando estuve en París, no sé cuál de las dos es la peor. Asintió sutilmente, pidiendo un par de chupitos para las dos. —Venga, que te tengo que alcanzar, va.

—Yo sí, de hecho. Ha alzado sutilmente su zurda al incorporarse en un ademán de que esperara por ella y su respectivo tabaco también.

Arqueó una de sus cejas. Si pensaba que lo estaba entendiendo: ya no. —¿En serio crees que va a cambiar lo que piense de ti por /días/?

—Uhum. Excúsate como quieras, pero ya llevas más alcohol que yo encima y eso es difícil. Se ríó sola por lo bajo, encogiéndose en su asiento antes de dejar a un lado su máscara. —Además, ¿el alcohol no deshidrata? Lo mismo un baño en los canales no te vendría mal. Me apuntaría también y todo.

—Uy. Ha acercado su taburete al de Halsey al verla pedir y se ha integrado con ella, saliendo de su esquina. —¿Te voy a tener que acompañar de vuelta al hotel está noche y todo, Hals?

—Nada. Olvídalo mejor, Hyden. Se bajó de su regazo de un salto, aún sonrisilla entre sus labios. En realidad, le daba demasiada vergüenza explicárselo con pelos y señales.

—Como prefiráis la mayoría. Está tan desubicada entre roles familiares que se ha cubierto la cara con la máscara -aún sin abrochársela- y está sorbiendo con ayuda de la pajita otra copa.

—Claro. Eres la cumpleañera. Si eso quieres es lo mínimo que te mereces... Acunó su mejilla entre su diestra, acariciando su piel con la yema del pulgar. —¡Y también te tengo que dar tu regalo!

—Creo que ya hemos terminado la ronda todos, Juliet.

—Es que no tienes que interpretar nada, creo yo. Es lo que se espera de la pregunta si la haces tú. He sido clara, Cain.

—Ahora estoy entendiendo cosas #nvsv

—¿Dos? Ahora sí que me has pillado... Mantuvo media sonrisilla entre los labios ante su propio tono. Apoyó la yema de su índice en una de sus sienes. —Yo hablaba más bien porque sí que hay una forma de comer romántica, inocentón.

—Ya te he dicho que estás, ¿mh?

Iba a seguir a Cain también, pero se ha alegrado de arrepentirse al ver el panorama. Sorbito a otro chupito.

Pasó su brazo derecho alrededor de uno de sus hombros, buscando más cercanía en la intimidad de la confesión. Abrió los ojos como platos al escucharlo, riendo nerviosa ante el malentendido. —Ay, Dios mío... Aunque no iba mal encaminada del todo, eh.

—Puede que te lo diga después. Esconde la punta de su lengua entre sus dientes.

—¿Y qué esperabas?

—El tema bailecito es duro, Luk. Todos mis respetos, la verdad.

—Has tirado la piedra, Hyden... Giró sobre él, dando un toque con su índice sobre su oído a expensas de una explicación.