Bueno... Si habla con él y se lo cuenta, le creerá.

Pues... Él sólo se ha tomado un café y está preparándose para el turno que tiene esta noche. Pero aún sigue un poco sorprendido con la noticia.

O sea que... ¿Se suponía que todo había sido cosa de Aleksei? Él era su... ¿jefe? Sinceramente, no comprendía nada.

Escuchar como el contrario quería saber más lo obligó a soltar una risita antes de sacarle la lengua. — Si te contase todo... ¿Que gracia tendría? Perdería toda la sorpresa. Lo que no había esperado fue el comentario sobre las piernas del contrario y antes de darse cuenta ya había tomado al +

Al recibir aquel nuevo beso en su cabeza, acabó por alzarse para posar sus labios en la mejilla del rubio, sonrisa divertida en sus labios. — Por supuesto. Todo lo raro que me permitas hacerte. Bromeó conforme recargaba su mejilla contra la mano ajena, posando la suya propia sobre esta para +

— Sé que la situación es incómoda para ti, precioso. Ya verás como pasará pronto. Comentó conforme sus brazos finalmente rodeaban al contrario brevemente antes de poder separarse lo justo para poder mirarlo. — Pero que no te extrañe que algún día de estos te secuestre y te lleve a cualquier +

— ¿Sabes lo que echo un poco de menos aún así? Algo de intimidad, la verdad. Afirmó con una pequeña sonrisa, su frente frotándose suavemente contra el torso ajeno de manera cariñosa.

— Por suerte no. Creo que es más bien el no saber que va a pasar lo que me tiene inquieto. Aunque, si tenía que ser sincero, ahora mismo con las caricias del contrario se encontraba bastante más calmado. — Lo único bueno de esto es que son dos semanas que voy a pasar contigo. Al recibir aquel +

— Estoy bien... Es sólo que estar aquí encerrado esta comenzando a pasarme factura. No consigo relajarme. Susurró mientras que inspiraba las feromonas del alfa, notando como sus hombros se destensaban levemente antes de dejar que su frente reposara contra el abdomen ajeno.

— Jay, ¿qué tal? ¿Está rica esa mezcla? Preguntó en cuanto vio al contrario. La curiosidad clara en su mirada. Toda bebida nueva merecía su atención.

Al notar la mano en su hombro se sobresaltó momentáneamente hasta que escuchó la voz del rubio y se giró para poder verlo. — Oh, Aleksei. ¿Qué tal? Una pequeña sonrisa surcó sus labios al pronunciar eso.

Va a sentarse por allí, copa en mano. No puede negarlo, se está comenzando a agobiar de estar encerrado.

Bueno... No debería tener más problemas con él. Al menos no de normal.

A él no es que le moleste realmente, pero... Lo siente por los dos.

Van a estar encerrados allí dos semanas más... Espera que la cosa salga bien.

— Tranquilo, no tienes que explicar más. Cuando te veas preparado para ello, seré todo oídos. Afirmó, posando una de sus manos sobre las ajenas para darle un pequeño apretón antes de volver a soltarlas. — Tampoco es tan raro, es decir... Nos conocemos desde hace poco así que es normal que tengas +

— No te preocupes por ellos, yo sólo tengo ojos para ti, cariño. Golpeó el costado ajeno suavemente con su codo antes de dejar ir una risa y tras aquello, simplemente escuchó las explicaciones que le daba. — De acuerdo. Entonces esperaré a que sea el momento de que me sigas contando. Por mi +

— También te lo dije antes, no lo hago por ti... Es una inversión a futuro para que no huyas cuando aparezcan los locos de mis ex parejas. Bromeó con una pequeña sonrisa, encogiéndose de hombros. El contrario se veía más relajado, por suerte y se encontró a si mismo añadiendo. — Si hay algo +

— Por supuesto que me basta, me importa lo que sientas por mi. El resto... Son contratiempos con los que estoy dispuesto a lidiar. Soy un hombre paciente cuando creo que algo puede merecer la pena. Fue lo que dijo conforme una de sus manos buscaba la del contrario para lentamente entrelazar sus +

Al ver como el rubio no era capaz de elevar la mirada, volvió a negar la cabeza y agarró su mentón suavemente para ser él mismo el que se la levantase y que finalmente pudiese mirarlo a la cara. — No me molesta, Aleksei. Afirmó con sencillez antes de subir la mano que estaba en su mentón hasta +

— Si ves que no te lo sirvo, recuérdamelo para la próxima. Asintió con una pequeña sonrisa en sus labios y cuando escuchó lo de la habitación, asintió un par de veces. — De acuerdo, pero ya sabes que puedes volver cuando quieras. Si ves algo raro en la nave, avisa.

— ¿Has probado el vodka negro? Es bastante más dulce. Y con licor de mora es una bebida que entra muy fácil. No sé si aquí tienen, pero... Si quieres cuando salgamos de aquí te puedo servir uno. Probablemente ese le gustaría mucho más que el que estaba bebiendo en ese momento.

Niega suavemente con la cabeza, y se deja caer en uno de los asientos. — No todo, pero lo suficiente. La parte en la que decías que me estabas usando para olvidar a Jay. Dio un trago a su bebida mientras que su mirada subía hasta el rostro de Aleksei.

— ¿Perfume...? Yo creo que esto sabe mucho mejor que el perfume. Y como para darle más peso a sus palabras, dio un trago largo. Su cara perfectamente neutral conforme tragaba.

— Intensa sobre todo, eso está claro. Dio un par de palmaditas en el hombro del peliazul antes de posarle un vaso de agua adelante. — Para el escozor de la garganta.

— Perdona, no te he preguntado que preferías. ¿Quieres algo diferente? Tengo por aquí la botella de vodka también. Lo vio beberse la copa entera y al escuchar sus palabras se quedó pensativo un par de segundos antes de asentir. — Claro. Aunque sigo manteniendo la pregunta de si prefieres el +

|| IBA A ESCRIBIR VODKA, NO SÉ QUE ME PASÓ EN LA CABEZA. Nada, le ha servido whisky esta vez JAJAJA

— Bueno... Espero que hoy puedan ser mínimo cuatro. Que esta vez no tienes los monsters para ayudarte. Una pequeña sonrisa se formó en sus labios al decir aquello, terminándose su vaso y rellenándolo al instante. Ese vodka era más suave de lo que estaba acostumbrado.

Al ver aparecer a Aleksei, le sirvió a él también una copa de whisky y se la posó delante. Es costumbre para él encargarse de servir copas, parece. — Aquí tienes, Aleksei.

— ¿Al final dormiste algo? Preguntó con una ceja alzada, viendo la cara de sueño que tenía... La verdad es que no lo parecía. — El punto positivo es que nos quedan menos días ya.

Si eso es lo que Aleksei prefiere, adelante. Cuando quiera hablar solo tiene que buscarlo. Él va a estar esperando.

— ¿Yo? Pues igual que siempre. ¿Tú qué tal? No puede evitar soltar una suave risa al verlo poner esa expresión antes de dar él mismo un trago largo.

— ¿Sólo? De acuerdo. Agarrando una de las botellas de aquel sitio y dos vasos, sirvió una copa para cada uno de ellos, deslizando una hacia el peliazul y cogiendo la otra él mismo.

A lo mejor él no es el más indicado, pero le puede dejar preparado algo si quiere. Va de camino a servirse algo a si mismo, de hecho.

Que terminen su conversación, él se va con su vinito a otra parte para que hablen tranquilos.

Mal momento para pasear por aquel lugar, parece. Efectivamente, lo ha escuchado.

Ha decidido servirse una copa de vino, como tienen la cocina de aquel lugar libre.... Pues va a aprovechar. — Al menos tienen una buena bodega...

Rezará por ella para que duerma un poco mejor.

Había podido observar como la decisión hacia desaparecer la incertidumbre en los ojos del rubio y pronto aquella sonrisa apareció sobre los labios ajenos, siendo automáticamente reflejada por una de las propias. — Me alegra haber podido ayudar en algo así que no hace falta que me lo agradezcas. +

Escuchó las palabras del contrario y lentamente envolvió sus brazos alrededor del cuello ajeno para abrazarlo, manteniéndose en puntillas gracias a la diferencia de alturas. — Sé que lo que voy a decir es más fácil decirlo que hacerlo, pero... ¿Has probado a pedirle disculpas? Es decir, no +

Ahora todo tenía sentido... Por eso había esa tensión entre Aleksei y Jay. Su jefe, tan escurridizo como era, podía ser bastante molesto cuando quería. Notaba en el tacto del ruso como lamentaba ponerlo en aquella situación y como trataba de evitar que se sintiese mal por la partida de Jay y con +

— Oh, comprendo... Suponía que era algo entre ellos así que no indagaría demasiado a no ser que se lo contasen ellos mismos. Pero, de pronto vio como Jay se levantaba, dejando el móvil y su ceño se frunció levemente. — Ah... Creo que lo he espantado.

Esta observando las interacciones de ambos en silencio, una ceja arqueada levemente. — No sabía yo que os llevabais mal... ¿Te molestamos para descansar, Jay? Señaló con uno de sus dedos al ruso y a si mismo respectivamente. — Si es así, dilo. De verdad que creo que deberías estar descansado +

— Sí, eso sí... Esperemos que la semana pase rápido. Finalmente añadió, acordándose de lo que acababa de decir. Y, al verlo jugando sólo comento. — ¿La liga de leyendas esa?

El comentario de Jay hizo que se sonrojase un poco, usando el vaso para ocultar levemente su rostro y manteniéndose callado.

— Sí, así es. Pero no te preocupes, seguías estando igual de guapo que siempre. Y le golpeó suavemente con el codo en un costado, de manera más juguetona que cualquier otra cosa.

— Esperemos que no, tienes toda la razón... Soltó un pequeño suspiro, dando un trago largo a su café antes de separarlo de sus labios con una sonrisa divertida. — Bueno, digamos que soy bastante paciente, pero... Tengo mis límites y este parece ser uno de ellos.

— Vaya... Yo que tu aprovecharía cuanto antes. No sabemos que nos espera estando aquí encerrados. Afirmó en un gesto pensativo. Y es que... ¿A caso sabían que les deparaba en los próximos siete días? La respuesta era: no. — Y, ¡claro que me molesta! No me gusta que me hayan encerrado sin dar +

— Oh, Jay. ¿Dormiste algo? No me suena haberte visto en la cama... Ladeó la cabeza con un gesto curioso. — La verdad es que sí, esto ha sido demasiado. A mi también me molesta un poco.

Soltó una carcajada al verlo peinarse de aquella forma y negó con la cabeza antes de acercarse. — Te lo has dejado a un peor, Aleksei... —comentó aún sonriente. Finalmente elevó sus manos para arreglar con sus dedos el cabello del ruso cuidadosamente. — Listo. Voy a ver si encuentro el baño.