loading . . . Decolonialidad y soberanía tecnológica <div class="entradilla">
<p>Podemos definir decolonialidad como las opciones de los pueblos para enfrentar y desvincularse de la matriz colonial de poder. Soberanía como la capacidad de tomar decisiones sin ninguna injerencia externa. </p>
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<p><em>Soberanía Alimentaria como derecho de los pueblos a elegir cultivos y alimentación. Soberanía Energética como la capacidad de los pueblos de elegir como generar y consumir energía. ¿Y Soberanía Tecnológica? ¿Cómo los pueblos pueden desvincularse de la matriz colonial del poder y eligir soberanamente sus formas de comunicarse, generar, elegir y utilizar sus propias plataformas sociales o fabricar sus propias semillas? </em> </p>
<p>Barack Obama, a poco
de llegar a la Casa Blanca, recibía en octubre del 2009 el Premio
Nobel de la Paz. Para fines de ese año había incrementado las
tropas en Afganistán hasta 100.000 soldados. Mientras los medios nos
mostraban al “hombre de paz”, Obama pasó a la historia por haber
sido el presidente con mas guerras activas durante su mandato. Con
ayuda de los medios y el apoyo de las redes sociales digitales, nos
mostraban un “hombre de paz” a quien la historia recordará como
el que mas guerras activas mantuvo. ¡El poder y control imperial
sobre las herramientas comunicacionales, con las grandes
corporaciones a su servicio!</p>
<p>Walter Mignolo,
semiólogo argentino y figura central en el pensamiento decolonial,
define decolonialismo como las «opciones analíticas y prácticas
que se enfrentan y se desvinculan de la matriz colonial del poder».
¿Cuáles son las cadenas que debemos romper de cara a lograr una
real desvinculación del poder hegemónico internacional?</p>
<p>En materia de
alimentación, desde los años 90 e impulsado por la Via Campesina,
comenzamos a caminar de cara a la soberanía. Comenzamos a entender
que no podemos comprar semilla de Monsanto-Bayer (que en caso de que
nos enfermen, habrá una píldora para “curarnos”), a visualizar
la importancia de tener nuestras propias semillas y sobre todo la de
poder elegir qué cultivamos y como nos alimentamos, de forma
soberana.</p>
<p>Veamos esta
pregunta: ¿Por qué es simple comprenda la importancia de definir
políticas de alimentación, salud, educación o seguridad, pero es
tan difícil que la Soberanía Tecnológica logre entrar en la agenda
de pueblos, organizaciones y tomadores gubernamentales de decisión?</p>
<p>Mientras nos
distraían con el Premio Nobel de la Paz de Obama, EEUU mataban a
miles de personas en distintos puntos del mundo así como controlaban
territorios que, por su valor geopolítico estratégico (petróleo,
agua, etc), eran vitales para mantener su supremacía. De la misma
forma nos distrae con avances impresionantes en China, mientras ellos
avanzan de forma alarmante en Africa tras recursos energéticos y
agrícolas. China destina un tercio de la inversión al sector
minero: cobalto, coltán (vital para la fabricación de dispositivos
tecnológicos), diamantes u oro. En América China, Estados Unidos,
Reino Unido o Canadá se disputan el control de las resevas de litio
(indispensable para la fabricación de baterías de vehículos).
Entre Argentina, Bolivia y Chile se encuentra mas del 60% de las
reservas de este mineral a nivel mundial. Nos distraen generando
conflictos de baja intensidad.</p>
<p><strong>Estamos en las
nubes</strong></p>
<p>Hemos naturalizado
el uso de “la nube” con Google, Apple, Facebook, Amazon o
Microsoft. ¿Qué es la nube sino el disco duro de computadoras de
gigantes tecnológicos? ¿Somos conscientes de que TODAS las
comunicaciones de América pasan por EEUU (Hub de las Américas en la
Florida), y son controladas por EEUU, empresas como Facebook,
Microsoft o Twitter? ¿Y que los cables de fibra óptica que permiten
que el mundo entero esté conectado, están en manos de enormes
corporaciones? ¿Qué hay sobre el control del acceso a las
comunicacines, que incluye Internet, por gigantes como Claro o
Telefónica? El imperialismo digital nos regala el placebo de tener
“todo a la mano y en la nube” mientras nos controla, cambia
nuestros hábitos y conductas de información y comunicación y
almacena para si mismo, para los gobiernos imperiales o “al mejor
postor”, millones de datos de cada uno de nosotros. Almacena
nuestros gustos, hábitos de consumo, datos personales, por donde nos
movemos, cuando dormimos o cuando somos un “peligro potencial”
por lograr detectar estados de ánimo; no solo en textos sino en
fotos, o gestos que almacenan desde las cámaras de nuestros
dispositivos o las instaladas “para darnos seguridad” en la
calle, centros comerciales o centros educativos. Al igual que nos
distrajeron con el Nobel de la Paz para por detrás invadir, matar y
conquista, mientras continuamos usando nuestros computadores con las
herramientas de Google, Apple, Facebook, Amazon o Microsoft por las
“hermosas bondades” que nos brindan, por detrás han logrado el
mayor control social a nivel global en la historia de la humanidad.</p>
<p>¿Estamos a tiempo
de revertirlo? Mignolo tal vez diría que debemos generar opciones
analíticas y prácticas para lograr el decolonialismo digital. La
capa mas compleja tal vez sea la de interconexión, la de las fibras
que unen el mundo. Pero podemos comenzar a poner “la nube” en
computadoras controladas y gestionadas por pueblos y organizaciones
así como también podemos avanzar en otra capa que es aún mas
sencilla de implementar: la del software.Mudar los programas que
utilizamos a diario por similares que nos garanticen soberanía e
independencia tanto de gobiernos como de corporaciones. ¡Estamos a
tiempo, si!</p>
<p class="entradilla"><b>Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una <a href="https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/es/" rel="noopener noreferrer" target="_blank">licencia de Creative Commons</a>, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.</b></p>
</div> https://rebelion.org/decolonialidad-y-soberania-tecnologica/