Y ahí se me acerca la señora en la parada del bus, abrigada sólo por un jersey ligero. Que si el bus pasó hace mucho. Con sus 96 años ella sigue caminando, después de las comidas una hora y sólo a la vuelta que se echaba la siesta. No ponía la calefacción aún que se resfriaba. Mi mejor espera de bus
10 months ago