Cuando reflexiono, comprendo lo peculiar de aquella amistad. Uno
era Lloyd Inwood, alto, esbelto, de magnífica contextura, nervioso y
moreno. El otro, Paul Tichlorne, alto, esbelto, de magnífica contextura,
nervioso y rubio.
La Sombra y el Relámpago, de Jack London
almost 2 years ago