loading . . . Pablo Bustinduy: “Toda la gente progresista comparte la necesidad de aunar fuerzas frente a la ola ultra” El ministro de Derechos Sociales se descarta como candidato de una futura coalición de izquierdas pero ve posible volver gobernar en los próximos comicios si la coalición progresista logra avances en materia de vivienda y de redistribución de la riqueza
Fin a las llamadas spam, menos esperas y lenguas cooficiales: el Congreso da luz verde a la ley de atención a la clientela
Pablo Bustinduy (Madrid, 1983) está cansado pero contento. Es jueves por la tarde y el Congreso acaba de aprobar la primera ley de su departamento, la Ley de Atención a la Clientela, una miríada de pequeñas reformas que cambiarán la relación de los consumidores con las empresas: no habrá más llamadas de spam, las plataformas tendrán que avisar con antelación de la renovación de las suscripciones anuales. El texto además ha salido adelante con un inusitado apoyo político tras conseguir la abstención del PP en la votación del jueves.
Bustinduy es uno de los ministros de Sumar más activos. En estos dos años de legislatura ha tratado de abarcar problemas que sobresalen de las competencias formales de su departamento para intentar poner soluciones, por ejemplo, a la situación de la vivienda. Hace apenas unas semanas presentó un decreto al Partido Socialista que propone congelar hasta 300.000 contratos de alquiler que vencen este año y que se firmaron durante la pandemia en un contexto de bajadas de precios, aunque hasta ahora no han recibido respuesta por parte de su socio.
El ministro cree que todavía no estamos en un momento electoral y que los esfuerzos de Sumar deben centrarse en empujar la acción del Gobierno para conseguir mejoras tangibles, intervenir el mercado del alquiler y trasladar los buenos datos macroeconómicos a las clases trabajadoras. Aunque no cree que sea una condición suficiente, Bustinduy otorga mucha importancia a la acción del Ejecutivo si la izquierda quiere conseguir una gran movilización en las próximas elecciones. Se descarta como cabeza de lista de una futura coalición y cree que Yolanda Díaz “ha demostrado ser una candidata excelente”. “Toda la gente progresista comparte la necesidad de aunar fuerzas para defender lo que creemos frente a la ola ultra”, dice sobre la unidad de la izquierda.
**El Congreso acaba de aprobar la****Ley de Atenci ón a la Clientela****. ¿Qué importancia tiene esta ley? ¿Qué va a cambiar cuando se apruebe definitivamente?**
Es una victoria histórica para los consumidores porque implica un cambio de paradigma, dotarles de más poder y más capacidad para igualar un poco las relaciones de consumo. Nos hemos acostumbrado a que las grandes empresas puedan dictar las normas de mercado. Y esta es una ley que cambia pequeñas cosas, pero que afectan a la vida cotidiana de millones de personas. Y va a cambiar, por ejemplo, el trato que se recibe cuando se hace una reclamación, la ley establece un plazo máximo de tres minutos para que atiendan una reclamación telefónica y un plazo máximo de 15 días para resolver esas reclamaciones. También el derecho a que te atienda una persona y no un robot o un mecanismo de inteligencia artificial. Y luego toda otra serie de cosas como el fin de las llamadas spam, el fin de la renovación automática de las suscripciones, la regulación de las reseñas falsas, el fin de los gastos ocultos de gestión: cuando vas a comprar un billete o una entrada y en cada pantalla te van añadiendo gastos que no sabes a qué corresponden.
**A nivel pol ítico tiene mucha importancia también porque está siendo muy difícil para el Gobierno sacar leyes con la ajustada aritmética parlamentaria que estamos teniendo y que además, en este caso ha contado con la abstención del Partido Popular (PP), que es una cosa todavía más difícil de ver en el Congreso esta legislatura.**
Yo le doy mucha importancia porque es una legislatura muy compleja en la que construir mayorías parlamentarias requiere muchísimo trabajo, diálogo, negociación y es lo que hemos hecho con esta ley. Y creo que la abstención del PP también refleja el carácter transversal que tienen las políticas de consumo. En el ámbito de los derechos sociales, el interés general se impone incluso sobre la polarización, la división y las estrategias de bloqueo de la legislatura.
Es muy positivo que incluso en estas circunstancias difíciles seamos capaces de suscitar consensos y acuerdos amplios para avanzar. No es algo inédito. En esta legislatura difícil ha pasado con la reforma del artículo 49 de la Constitución, con la Ley ELA, con la ampliación de permisos de maternidad y paternidad, ahora con la Ley de Servicios de Atención a la clientela, y espero que la semana que viene con el Decreto Ley de inyección extraordinaria de 500 millones al sistema de la dependencia y de despliegue de la Ley ELA.
El ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy.
**Donde no s é si va a haber tanto consenso es en la forma que el Gobierno plantea la cuestión de la vivienda, que es un asunto en el que usted ha intentado entrar desde las competencias quizá no formales pero con las herramientas que tiene dentro del Ministerio de Derechos Sociales. Presentaron un decreto bastante ambicioso hace unas semanas con medidas sobre vivienda. ¿Han tenido respuesta por parte del PSOE?**
Yo creo que aquí es más importante el ‘qué’ que el ‘cómo’ y el ‘qué’ es la crisis de vivienda, que es el principal problema de las clases trabajadoras en este país y la primera preocupación de la ciudadanía en España. Toda la gente progresista y probablemente mucha gente que no es progresista estará de acuerdo en que es necesario hacer más. Y la voluntad de este Ministerio y de Sumar como espacio político es empujar la acción de gobierno.
En el Ministerio de Consumo actuamos en dos ámbitos principales: la proliferación de anuncios ilegales de pisos turísticos, conseguimos derrotar a Airbnb en los tribunales y que tuvieran que retirar 65.000 anuncios ilegales. Y en materia de las denuncias de fraudes y abusos por parte de grandes inmobiliarias tenemos expedientes abiertos.
> Toda la gente progresista y probablemente mucha gente que no es progresista estará de acuerdo en que es necesario hacer más en vivienda
Y como espacio político presentamos una serie de propuestas para poder intervenir el mercado de la vivienda y dar respuesta a ese clamor social. Lo más importante y urgente tiene que ver con el vencimiento de 300.000 contratos de alquiler y con la necesidad de proteger a esas familias en España que viven con ansiedad o incertidumbre el momento de la renovación de ese contrato, que puede suponer o que se encuentren con unas subidas de completamente abusivas de los precios del alquiler o con la necesidad de mudarse, con lo que eso implica para una familia. Y por tanto lo hemos planteado de la manera más constructiva posible y esperamos que pronto pueda haber buenas noticias.
**¿ Se pueden congelar los alquileres? Es algo que se hizo en la pandemia. No sé si ahora se puede argumentar jurídicamente la especial necesidad y urgencia para llevar a cabo una medida de este tipo. El PSOE incluso ha deslizado que podría ser inconstitucional. ¿Cómo lo ven?**
Es una herramienta jurídica que ya se ha utilizado con la pandemia y con el escudo social por la crisis de Ucrania. Sobran los argumentos para justificar que vivimos una emergencia habitacional, que la crisis de vivienda justifica una intervención decidida por parte de los poderes públicos. Hay que pinchar la burbuja del alquiler y hay varias formas para hacer eso. Los topes a los alquileres es una de ellas. La intervención sobre la compra especulativa para prohibirla es otra de ellas. La desincentivación de la acumulación de viviendas es otra de ellas.
Pero hay una medida que creo que es de absoluto sentido común: prorrogar los 300.000 contratos que van a vencer de tal manera que sigan en la situación que están. Esos contratos han subido con el IPC y por tanto creo que no se entendería que el Gobierno progresista no intervenga para proteger a esas cientos de miles de familias que pueden exponerse a la amenaza de un mercado que está secuestrado por una lógica especulativa y de extracción de rentas de las clases trabajadoras por parte de una minoría rentista que se está forrando sin aportar ningún valor añadido a la economía.
> Sobran los argumentos para justificar que vivimos una emergencia habitacional que justifica una intervención del mercado
Esta élite extractiva que domina el mercado de la vivienda no aporta nada. Intervenir el mercado de la vivienda no es solo una cuestión de justicia, es una cuestión también de eficacia económica, porque el rentismo es un lastre para el desarrollo económico del país. Y además está funcionando como una aspiradora de riqueza y de las mejoras que hemos conseguido gracias a la subida del salario mínimo y a la reforma laboral, al ingreso mínimo vital, a la subida de las pensiones, a la reducción de la brecha retributiva, a la ampliación de permisos.
**Dice que no se entender ía que no se tomasen medidas en vivienda y no sé si llegado el punto, si el Partido Socialista no diese los pasos que ustedes piensan que hay que dar en materia de vivienda, Sumar debería plantearse salir de la coalición, porque el lastre electoral que le puede costar al Gobierno no hacer nada en este tema pueda ser demasiado grande.**
Yo por eso me refería antes a la importancia del 'qué' más que del 'cómo'. Antes que todas las especulaciones sobre estrategias tácticas y qué le conviene a cada quién, mi obligación, la obligación de Sumar y la obligación del Gobierno, es responder al problema que están viviendo las mayorías trabajadoras en España. Todo nuestro planteamiento es constructivo, es lo más leal posible, porque lo que busca es que demos respuesta a ese problema.
Lo hemos visto recientemente, por ejemplo, en las elecciones a la Alcaldía de Nueva York, cuando precisamente un candidato progresista, [Zohran] Mamdani, ha conseguido hacer de la protección de los inquilinos y de la vivienda la bandera principal para transformar el sistema político. Le ha arrebatado esa causa a las fuerzas de ultraderecha que buscan conectar con la desafección de la juventud, y la vivienda es uno de los principales problemas que vive la juventud.
El ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, en un momento de la entrevista.
**Pero Mamdani ha llegado a la Alcald ía de Nueva York planteando soluciones desde fuera, ustedes están en el Gobierno. Si la gente no ve esos avances... ¿cómo se presenta Sumar a unas próximas elecciones?**
Claro, pero las políticas de un gobierno son un todo coherente, son vasos comunicantes. Este Gobierno hay que ponerlo en valor, ha hecho muchísimo por mejorar la posición de trabajadores y trabajadoras en el sistema productivo. Las cifras macroeconómicas son objetivamente muy buenas. Es la hora de profundizar en la redistribución de esa riqueza y la mejor manera de cohesionar el conjunto de esa acción de gobierno hoy en día es actuar sobre la vivienda. En la segunda mitad de la legislatura tenemos que profundizar esa agenda de redistribución.
**¿ Cómo está el sistema de dependencia? Los últimos informes hablan de incremento de la capacidad de atención, pero también de un aumento de las listas de espera. Al mismo tiempo, hay algunas ayudas que no terminan de llegar, que se quedan en el camino, y personas que terminan incluso muriendo sin recibirlas. ¿Hay algún problema burocrático que se pueda solucionar para que esto no pase?**
Desde que empezaron los gobiernos de coalición se ha hecho un esfuerzo sin precedentes para mejorar la financiación y el funcionamiento del sistema de la dependencia. ¿Por qué había que hacerlo? Porque el Partido Popular recortó 5.406 millones de euros en los años de la austeridad. Lo dejó en una situación de quiebra. Los resultados de ese esfuerzo existen. Hoy el sistema atiende a 400.000 personas más que en 2020. Y la lista de espera se ha reducido. Lo que se han ampliado son los tiempos de espera en algunas comunidades autónomas. Es evidente que hay que seguir por esa senda y profundizarla, y para eso hay que movilizar más recursos, más financiación, pero también hay que cambiar el modelo.
Heredamos un sistema que estaba centrado en las grandes residencias y lo que queremos es construir un sistema de apoyos y de cuidados que permita que la gente envejezca en su casa, en su barrio, en su pueblo, en su ciudad. Y tenemos cómo hacerlo: la reforma de la Ley de Dependencia, que va a suponer una mejora de la ayuda a domicilio, reconoce el derecho a la teleasistencia, de todas las fórmulas que permitan un sistema de apoyos más flexible, más eficaz, menos burocrático, con tiempos de espera más cortos, con más y mejores apoyos, mejorando también las condiciones de trabajo en el sector. Es la gran reforma social de esta legislatura.
**Han impulsado la creaci ón de un grado III+ de dependencia. ¿En qué consiste? ¿Cuáles son los, digamos, los pormenores de este nuevo grado de dependencia?**
Pues es el desarrollo del mandato de la Ley ELA, que se aprobó hace un año en el Congreso y el Senado, y que lo que hace es una reforma del sistema de la dependencia para crear un grado nuevo para las situaciones de dependencia extrema, que son las situaciones en las que están los enfermos en fase avanzados de la ELA y también de otras enfermedades de curso irreversible que generan situaciones parecidas. Lo que lleva aparejado es básicamente la garantía del derecho a una asistencia 24 horas, que es la que necesitan las personas que están en esta situación. Esto ya se ha aprobado. Pusimos la financiación. Se votará la convalidación del decreto ley esta próxima semana en el Congreso y a partir de aquí lo único que falta para que estas prestaciones lleguen a las sillas de ruedas y a las camas de quienes las necesitan es que las comunidades autónomas adapten sus sistemas de la dependencia autonómicos, que son quienes lo gestionan. Estamos trabajando en un espíritu de plena lealtad y cooperación con las comunidades autónomas para que se pueda realizar ese desarrollo cuanto antes.
**Hablaba del decreto que va a ir la semana que viene, de la ley de atenci ón al cliente, la que se acaba de aprobar, que son de las pocas medidas que se han salvado del veto anunciado por Junts. ¿Cómo valora la situación política en la que queda el Gobierno después del anuncio de Junts la semana pasada? ¿Sigue siendo viable llegar hasta 2027?**
Desde el principio de la legislatura prácticamente no ha habido una semana en la que no se anunciara el fin de la legislatura o que iba a caer el Gobierno o la inestabilidad. Y fíjese que solo desde el verano, en lo que hemos participado desde el Ministerio, sacamos adelante el decreto ley de la ampliación de los permisos de cuidados para madres y padres en este país, el embargo de armas a Israel, la Ley de Servicios de Atención a la clientela, espero que esta semana se convalide con un amplísimo consenso el decreto ley de Refuerzo de la Dependencia y de Desarrollo de la Ley ELA. Este Gobierno avanza. Hoy [por este jueves] hemos sacado la Ley de Movilidad Sostenible.
La agenda avanza en unas circunstancias muy difíciles, con unas mayorías parlamentarias muy difíciles, pero esta semana el presidente del Gobierno hizo una defensa muy clara y con mucha profundidad del modelo de Estado del bienestar y de defensa de los servicios públicos en los que trabaja este Gobierno, y Sumar dejó muy claro también las prioridades para intervenir sobre vivienda y con la prestación universal por crianza. Y enfrente lo que vimos fue a [Alberto Núñez] Feijóo en un ejercicio casi melancólico, de impotencia, porque Feijóo dijo que no era presidente porque no quiere, pero cada miércoles va al Congreso a hacer una especie de simulacro de lo que haría si fuera presidente del Gobierno. El colmo fue esta semana que prácticamente nombró responsable de su gobierno a Abascal, y luego salió [el líder de Vox, Santiago] Abascal, y le dijo que no.
> Veo a un Gobierno que tiene claro lo que hay que hacer y que avanza y una derecha completamente perdida
Feijóo escenificó sus principales temores. Queriendo demostrar fuerza, demostró debilidad e impotencia porque quiere aparentar capacidad de mando, pero no manda nada. Desde el principio ha intentado demostrar que el Gobierno iba a caer y el Gobierno avanza a paso firme. Y luego escenifica constantemente que está preso de la ultraderecha. Y el señor Abascal sale a manchar de racismo la tribuna pero es un fraude porque sale a hablar de antipolítica y ha sido el último mohicano defendiendo a [Carlos] Mazón hasta después de caído. Hay que ver lo que hace, no lo que dice. Y lo que hace es oponerse al salario mínimo, a la reforma laboral, a la reforma de la Constitución Española para los derechos de las personas con discapacidad, a la subida de las pensiones. Con quien sí está la ultraderecha es con [el primer ministro israelí, Benjamín] Netanyahu, con quien sí está es con los fondos buitre, con los millonarios, con las energéticas.
En esa imagen, pues mire, yo veo un Gobierno que tiene claro lo que quiere hacer y que avanza con muchas dificultades, pero que defiende el interés general, y veo a una derecha completamente perdida, y una ultraderecha que vocifera pero que es un fraude.
El ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy.
**Lo que s í que es verdad es que para el Gobierno va a ser difícil o casi imposible, sacar unos presupuestos, ya no solo por Junts, también por las condiciones que ha puesto Podemos. ¿Cree que el Gobierno debería convocar elecciones si no consigue sacarlos adelante?**
Yo creo que el Gobierno tiene que presentar los Presupuestos. Creo que van a ser una muy buena ocasión para que ese proyecto de país quede patente y se vea materializado en partidas presupuestarias. Nuestra obligación es seguir trabajando por el interés general. ¿En unas condiciones difíciles? Por supuesto, las de esta legislatura lo son. Es lo que votó la gente en el año 2023. Nuestra obligación es seguir defendiendo el interés general, ampliando derechos y haciendo que España avance y mejore.
**No s é si ha visto esta semana el juicio al Fiscal General del Estado, ¿qué le ha parecido todo lo que se está viendo allí? No sé si usted cree en la inocencia del fiscal y si lo que está ocurriendo puede calificarse como un caso de **_**lawfare**_**contra el fiscal o incluso contra el Gobierno en general. **
Han quedado claras tres cosas. No se ha presentado o producido ninguna prueba inculpatoria contra el Fiscal General del Estado. Sí ha quedado demostrado y patente, entre otras cosas porque lo han reconocido ellos, que el jefe de Gabinete de la presidenta Ayuso [Miguel Ángel Rodríguez] mintió descarada y públicamente. Y que, conforme avanza todo, más gente va a mover el centro de atención al origen de toda esta causa: que la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid se embolsó una comisión de dos millones de euros en plena pandemia derivada de la administración que dirige su pareja, que a continuación cometió un fraude fiscal que ha confesado sobre esa misma comisión y que de manera no se sabe muy bien cómo, relacionada con todo lo anterior, se produjo la compra de un ático de lujo en Madrid, donde vive la presidenta. Creo que todo este proceso va a servir para que el centro de atención pase ahí y que se den las explicaciones debidas, porque desde luego la apariencia de este relato es absolutamente indignante.
**Se cumplen estas semanas dos a ños de una legislatura que está siendo complicada, quizás sobre todo para el Partido Socialista, que ha visto además cómo le han aparecido casos de corrupción. Y sin embargo, hablando de las encuestas y de la sensación que parece que tiene el electorado, Sumar no ha sido capaz de crecer. ¿Qué diagnóstico hace sobre el trabajo que está haciendo la coalición?**
Es un lugar común ser cauto con lo que dice las encuestas, pero habiendo vivido de cerca la última campaña yo estoy un poco vacunado frente a esto porque no sé cuántos cientos de encuestas se publicaron y prácticamente ninguna se acercó a reflejar el resultado de la izquierda en esas elecciones. Esa cautela no es _na íf _ni negacionista, es sencillamente una cautela debida. La izquierda española vive un ciclo muy largo que se remonta casi 15 años atrás y que ha producido que alcanzáramos posiciones de influencia social, cultural, política que no se habían dado en la historia reciente de nuestro país.
Creo que una parte importante del apoyo y del voto a la izquierda se ha dado en una clave muy exigente que requiere soluciones a los problemas y, por tanto, creo que cuando haya un proceso electoral en el año 2027 la movilización de la izquierda va a depender mucho de las conclusiones que se saquen sobre la hoja de servicios de este Gobierno. Las posibilidades de la izquierda dependerán en gran medida de cuánto logremos avanzar en nuestra agenda de Gobierno y sobre todo en lo que tiene que ver con la intervención del mercado de la vivienda, con la redistribución de la riqueza y con la lucha contra la pobreza infantil. Nuestra primera obligación, ahora, más que perdernos en especulaciones y futuribles electorales, es conseguir empujar todo lo posible para que el buen momento macroeconómico que vive España se traduzca en mejores condiciones de vida para las clases trabajadoras. Creo que esa es la condición sobre la que deberemos construir un discurso político cuando llegue el momento de las elecciones.
**¿ Pero basta solo con la acción de gobierno? Las tendencias hablan de un ascenso muy claro de la ultraderecha que, por mucho que se equivoquen las encuestas, parece que está penetrando en ****la juventud****. No s é si cree también que con penetración en clases más populares. Y todo eso a pesar de que el Gobierno no ha dejado de hacer cosas. **
Soy escéptico sobre el relato en torno a la juventud española y al supuesto auge de la ultraderecha. Creo que hay un fenómeno que es objetivo y evidente y que es muy visible de politización en clave de ultraderecha, especialmente de hombres jóvenes que se han hecho muy visibles y muy audibles, pero creo que le hacemos un flaco favor a la juventud española cuando simplificamos o asumimos este relato unívoco. Hace apenas dos años, en las elecciones, cuando este relato ya estaba funcionando, lo que dijeron los estudios cualitativos es que el 65% de la población menor de 25 años votó opciones progresistas. A la juventud española hay que reconocerle agencia política y creo que la juventud española no es ultraderechista, tengo una confianza absoluta en la capacidad crítica de la juventud española, que evidentemente tiene muchos motivos para estar insatisfecha y que estoy seguro y convencido de que sabrá dotarse de las fórmulas de organización política para defender sus derechos.
No compro ese relato, no compro el derrotismo y no compro el fatalismo. Es un tiempo muy complejo a nivel global, muy complejo, pero en Nueva York hace poco se produjo un alivio colectivo. Es una demostración de que cuando se generan las condiciones organizativas, de discurso, políticas, de programa, la gente responde. Y por supuesto que es posible construir una alternativa justa y progresista a las crisis que estamos viviendo. No es una condición suficiente la acción de Gobierno, pero creo que sí es necesaria. Tenemos que mostrar que ese camino es posible.
**Citaba el caso de Mamdani. ¿Cree que la izquierda tiene que cambiar su discurso o su comunicación o sobre qué temas hablar? La ultraderecha triunfa globalmente con bastantes puntos en común, con una llegada en redes sociales muy concreta. No sé si comparte por ejemplo el discurso que hizo Gabriel Rufián en el Congreso esta semana sobre la inmigración.**
Sí, pero fíjese, la victoria de Mamdani justo se ha hecho sobre unas premisas casi opuestas. Sobre una reivindicación explícita, abierta, de todo aquello que se suponía que la izquierda tenía que dejar de decir porque incomodaba o era peligroso. Sobre lo woke como caricatura, casi. Y Mamdani ha hecho el corazón de su candidatura con su condición de inmigrante convertida en símbolo, sobre el hecho de que es la clase obrera inmigrante la que ha construido esa ciudad y la mantiene viva. Si uno lo mira fríamente, Mamdani ha ganado con un programa muy simple, muy fácil de entender, con el que ha hecho mucha pedagogía y lo ha explicado muy bien, pero que en lo esencial se reducía a una política de protección de inquilinos en vivienda, que es justo lo que estamos peleando para conseguir aquí, con una política de transporte público gratuito y de escuelas infantiles gratuitas. Es decir, servicios públicos, derechos universales, fiscalidad progresiva y protección de inquilinos y políticas de vivienda.
Los elementos para generar construir esa alternativa están identificados. ¿Hay que articularlos bien? Por supuesto. ¿Es difícil hacerlo desde el Gobierno? Claro que lo es. Pero también estamos en el Gobierno como resultado de todas las luchas anteriores que consiguieron cristalizar en estas posiciones. Soy optimista respecto a las posibilidades de poderlo articular, porque este país es mucho mejor que las ideas de odio de una ultraderecha, que lo que hace es defender a la oligarquía constantemente, atacar a quienes ellos consideran que son débiles. Su violencia siempre va hacia abajo, hacia arriba nunca dicen ni _mu_. España es mucho mejor que eso y le vamos a saber dar forma.
Bustinduy sonríe en un momento de la entrevista con elDiario.es.
**¿ Es posible ganar las elecciones si la izquierda va separada? Y usted que viene de Podemos, ¿cree que hay que hacer algo más o hay que hacer algo diferente para atraer a Podemos a una candidatura unitaria?**
Como con la vivienda, el 'qué' es mucho más importante que el 'cómo'. Y el 'qué' es que vivimos en un momento muy difícil donde se acumulan las crisis climáticas, bélicas, políticas, donde hay una ofensiva de la ultraderecha contra la democracia y creo que toda la gente progresista comparte la necesidad de aunar fuerzas para defender aquello en lo que creemos: derechos y libertades fundamentales, el estado del bienestar, un sistema de justicia social, la paz, los derechos humanos. Creo que eso es 'el qué'. El 'cómo' tiene que servir a ese objetivo. No se entendería que diferencias tácticas o personales se antepongan ante la gravedad de las amenazas que estamos viviendo. Es tiempo de trabajar para organizar un proyecto político que esté a la altura de los desafíos que tenemos, que son enormes. Tenemos unas condiciones privilegiadas para generar un movimiento político que sea capaz de contrarrestar esa ola ultra.
**No s é si le ha llegado que hay gente que piensa que usted sería un buen candidato de la izquierda, del espacio de Sumar o de como se llame en las próximas elecciones. **
Pues yo le agradezco mucho a quien piense que sería un buen candidato, pero no voy a ser candidato. Yo bastante tengo con sacar adelante todo el trabajo que tenemos en el Ministerio, que es abrumador.
**¿ Hay gente que se lo ha propuesto directamente?**
No, porque la gente que me conoce sabe perfectamente cuál es mi planteamiento. Yo ya estuve en política en un ciclo anterior, ya me fui, volví en estas circunstancias y dirigir un ministerio es una responsabilidad abrumadora.
**Y suficiente.**
Y suficiente. Tenemos muchísima tarea por delante y no tengo otra expectativa ni otra ambición que hacer mi trabajo lo mejor posible en esta legislatura.
**¿ Y cree que Yolanda Díaz sería una buena candidata para repetir la coalición del 23J?**
Yolanda ha demostrado que es una candidata excelente. Es la que produjo el resultado electoral que permitió que el gobierno de coalición se volviera a formar. Y aparte, no es una exageración en absoluto, Yolanda Díaz es la mejor ministra de Trabajo que ha tenido la democracia española y es la vicepresidenta de un Gobierno que tiene muchísimo por hacer en la segunda parte de esta legislatura. Y creo que le haríamos un flaco favor al trabajo que tenemos que hacer si permitiéramos que las especulaciones o la agenda electoral interfiriera o se priorizara sobre lo que tenemos que hacer.
**Pero entienda tambi én que la gente progresista que votó a Sumar el 23J y quizá gente que se puede acercar, quiera saber quién es la persona que va a liderar ese espacio. No sé si cree que ella debería volver a repetir como candidata o que debería haber un candidato o candidata clara para esas elecciones cuanto antes. **
La decisión sobre sus planes la tendrá que tomar primero ella y también todos los actores políticos del espacio. Creo que eso sería lo lógico. Entiendo que haya interés y que se quiera claridad, pero creo que los tiempos en política son muy importantes y este no es un tiempo electoral, es el tiempo de profundizar en la acción de Gobierno. Nos queda muchísimo por hacer. Y específicamente hay que acelerar la agenda social, que es nuestra primera prioridad como espacio político. No deberíamos confundir los tiempos, las prioridades de los tiempos: lo que toca es profundizar la agenda social y conseguir avanzar, empujar todo lo que podamos para que esta legislatura dé todavía mucho que hablar. https://www.eldiario.es/politica/pablo-bustinduy-gente-progresista-comparte-necesidad-aunar-fuerzas-frente-ola-ultra_1_12769228.html