Esperando a que acabe la reunión para subirme entre sus piernas, morderle la oreja y decirle: "Hoy te van a pagar mientras te corres en mi boca".

Mi vista favorita.

Siempre aprovecho al último momento para contarle mis planes. Hoy, después de la siesta, le he pajeado mientras le contaba que esta tarde él se quedaría trabajando y yo me iría a follar con otro. Casi al límite, he parado y le he dicho que le dejaría correrse cuando volviera.

Hace un mes tuve una cita con un sumiso que no hablaba español. En inglés me manejo sin estar del todo cómodo. Si el otro se hubiera reído de mí, habría sido un completo desastre. Podría haberlo hecho. Pocas veces he sido tan consciente de lo ridículo que puede ser un D. desplegando sus encantos.

Bailar entre los puntos suspensivos, el vértigo de la confesión, el latido que resuena tanto que no quiere ser oído, la insinuación enmascarada en broma... Seducir y dejarse seducir para que después no haya preámbulos, solo una patada, un gesto hosco, una palabra que no admite respuesta.

Cuando buscas a alguien que tiene fantasías inconfesables lo último que quieres es que te las cuente antes de que te diga siquiera como se llama.

He escuchado una entrevista que le hacen a una escritora. El tío no paraba de preguntarle si al escribir pasajes macabros, se sentía excitada. Ella desviando con elegancia la cuestión. Él sin entender que la excitación es suya cuando juzga en ella un comportamiento que no cree correcto.

Leyendo un post veo que hablan de prácticas para referirse únicamente al SM. La verdad es que no recuerdo la última vez que le pegué, pero sí cuando fuimos a la compra y cargó él con el carrito.

Hubo un tiempo en el que fumar lo era todo, personalidad de humo, conteo de filtros y exhibición de dedos amarillos. En aquél entonces la gran pregunta era qué hacía la gente después de follar, desconociendo la intensidad del que ama pasajeramente.

La única cosa que realmente le he prohibido es la de correrse solo. Lleva casi dos años sin hacerse pajas, excepto cuando hemos estado separados, que se las ha hecho con mi permiso. Desde hace un tiempo le obligo a tocarse y a parar antes de correrse. Cada vez que le digo que coja la manita, sabe

Ese momento en el que te arrodillas a sus pies y sientes como tu te haces pequeñita y Él de convierte en un gigante que podría aplastarte de un pisotón si quiera. Y que bonito cuando lo hace.

Tengo un perfil en una red social de BDSM gay. Normalmente la gente quiere pasar el rato, nada más. Solo hay fotos explícitas, comentarios guarros y actitudes chulescas o de arrastrados. La gente va a lo que va, no hay nada de literatura detrás. Sin embargo, últimamente surgen debates.

Es el primer periodo largo que pasamos separados desde que estamos juntos. Hago la cuenta y ya van casi seis días con sus treinta horas. Recuerdo como un ruido que no se puede ubicar cuando usaba esta cuenta para que me leyerais. Yo, que decía cantar a la alegría, me encuentro de vuelta sintonizando

Tenemos la oportunidad de crear esquemas propios, no desperdiciemos la oportunidad sustituyendo a los antiguos por unos nuevos creados a imagen y semejanza.

Cada vez que pasamos un tiempo fuera de casa, me dan ganas de probar cosas nuevas. Algunas de esas cosas nos las quedamos y otras las desechamos porque volvemos a lo de siempre, lo nuestro.

Llevo un par de días pensando si he "aprendido" algo de alguna relación de por aquí. Honestamente digo que no. Primero porque no conozco ninguna relación como la nuestra. Segundo porque hemos quedado con más solteros que emparejados.

La bordería es indiscriminada y la dominación, en cambio, selectiva. No podría dominar a quien no quisiera ver feliz, pero tampoco creo que se pueda querer si se odia a todo el mundo. Uno entre tantos para que todos sean pocos.

En el ambiente gay se desea mucho al hetero porque a algunos les pone lo de cambiarle de acera. Con esa misma premisa, ¿vosotros erotizáis a los vainilla?

Leí el otro día un post de @amaisthar.bsky.social en el que decía que estaba agotada. Yo también, ya casi no hablo con nadie. Y no es porque no haya sumisos interesantes, creo que les he hecho perder más el tiempo que ellos a mí. Simplemente he perdido el interés, no charlo por charlar.

El BDSM me pone cachondo. Todo lo demás, me completa, me realiza, me sana... lo puedo decir si me encaja en un post, pero nunca es el motor. Hay mucho complejo en admitir que la mayoría estamos aquí porque nos pone cachondos, como si mancillasemos un altar inmaculado.

Una de las cosas que le exigí es que no volviera a tocarse él solo. Al principio fue difícil por la distancia. Desde que vivimos juntos, me encargo yo de ordeñarle. Dos o tres veces le he dejado correrse con la mano y era raro, como si el gesto ya no fuera natural para él.

Me he dado cuenta escuchando el podcast @torturraficcion.bsky.social que me interesan poco las pelis sobre BDSM o con elementos que podríamos aplicar a nuestro mundillo. Si sale algo me hace gracia, pero no tomo notas, no busco sentirme identificado con nada que salga en pantalla.

Nada como ir por primera vez a un local para desmitificar toda esta movida. Te sientes como un niño visitando por primera vez la feria, pero al mismo tiempo la gente es la del bar Paco de la esquina, pero con otra ropa.

Hoy en "Cosas que me ponen infinitamente cachondo": meterme en una bañera con agua caliente, que me enjabone el pelo, me susurre en el oído y se marche en silencio cuando ya no le necesite.

No me interesan mucho las cuerdas, pero tengo ganas de aprender para poder replicar esto, con bien aceitoso y una manzana en la boca.

Rodillas clavadas en el suelo, oscuridad en la habitación, mis pies apoyados en tu cara. Puedes olerme, pero no moverte, ni siquiera para acariciarme. Que solo se escuche mi respiración mientras rezas en silencio, velando mi sueño. ¿Hay un mejor plan para una tarde lluviosa?

Ayer zori planteó esta pregunta y yo tengo fama de detenerme en los detalles más minúsculos. Llevo desde ayer pensando en ella y en el límite entre ser D. bottom y sWitch.

Yo empecé el BDSM para tener un lugar en el que calentarme los pies.

¿No os pasa que jugáis con los pezones sin daros cuenta? Yo necesito tener las manos ocupadas y esa zona es muy agradable sensorialmente. Me doy cuenta cuando le noto más caliente de lo normal y es porque llevo un rato jugando distraídamente. Muchas veces sigo, pero por putear.

El deseo lo quiero sucio y libre de atavíos. La piel salada, las manos encarnadas, la mirada anhelante, confusa, peligrosa. Siglos de metáforas y todavía no sabemos que el cuerpo, como el texto, está mejor desnudo

Es más, no valoro en cada momento si lo que hago es propio de dominantes o no. Si quisiera vivir mi vida como si me grabasen continuamente con una cámara me haría youtuber, que al menos algo de dinero ganas.

Es una pena que exista el prejuicio de que los dominantes no hacemos sexo oral. No hay hombre que no se haya sentido un poquito vulnerable cuando se lo hacen. Es una situación en la que es tan fácil pasar del placer al dolor, de la satisfacción a la impotencia.

Cada cierto tiempo se escriben mensajes de "esto no es lo que era". Yo, que no sé qué es lo que era, digo que está todo igual que siempre. Miro la lista de las ganadoras de los Oscars y celebro el cine. Mañana no sé.

Dije que no iba a explicar mi nombre y lo mantengo, pero como sé que para muchos es difícil de pronunciar, voy a daros una pequeña pista, con la cual también se puede desentrañar o no su significado: la y es muda.

Compartirlo todo incluye los momentos en los que estás vulnerable. Yo tengo muy mala hostia, pero solo dos o tres días al año. También en días de estrés, enfermedad o bajón. Valoro tanto no tener que esconderme cuando todo va mal...

Dos conceptos de dominante: 'el que todavía no es Amo', 'el que domina'. Los usamos indistintamente, pero no son equivalentes. Dominante puede ser un embrión, una fase previa a conseguir algo, o también una identidad por sí sola que no tiene por qué acabar en nada.

Hoy me he despertado notando un roce en la pierna. Era mi oso con una erección mañanera, fruto seguramente del orgasmo frustrado de anoche. He estado un rato disfrutando de cómo se contenía y luego me he vuelto a dormir, sabiendo que él se iría al trabajo ansioso pero manso.

No dejas de ser Amo solo porque se acabe la relación, lo mismo para los esclavos. Dominante es el embrión, marca lo que puede ser o lo que no. Amo es el que posee, ha poseído o poseerá.

Tuve un sumiso que se ofreció a entregarme su vida. Para que llegáis a entender la locura, quería dejar de existir legalmente y solo ser parte de mí. No hace falta irse a tales extremos: si un sumiso os ofrece esa "entrega" y no llega, no es porque no pueda, es porque no quiere.

Cuando era pequeño odiaba los domingos en los que tenía que ir a comprar el pan y ahora soy yo el que se queda cómodamente en casa mientras espera que se lo traigan 😋.

Me encanta que me miren, pero me importa poco quién lo haga. Llamémoslo exhibicionismo tímido: sentirme deseado sin querer ser popular. No necesito ver sus caras, su fantasía es mi fantasía.

Estéticamente me encanta la cadena, especialmente si el metal es grueso y tosco. Cuelga y pesa, por lo que no es fácil que se te olvide que lo llevas puesto. Es tan bello que esté fría cuando no la lleva puesta y caliente al contacto con la piel. Solo preso es libre

El collar de metal es la mejor compra que he hecho. Es barato, intercambiable y con fácil mantenimiento. Cuando le pongo la cadena se retuerce porque está fría como un demonio. El candado lo puedo reemplazar siempre que quiera y me permite a mí llevar la llave y completarlo.

Quiero que te esfuerces. Te lo voy a exigir todo y cuando note que no puedes más, voy a seguir todo el tiempo que quiera. Si no te vuelcas en mí, no me interesas. Que hasta el oxígeno que respiras tenga mi nombre porque yo te lo concedo.

Pues me acabo de dar cuenta de que en las listas de Bluesky no aparecen las publicaciones que comparte la gente, así que a partir de ahora voy a seguir la pestaña de "Following" porque llevo todo este tiempo perdiéndome cosas.

Es curioso como cambian mis gustos dependiendo si me fijo en mujeres o en hombres y dentro de estos últimos, si son pasivos, activos, sumisos o vainillas. Hay personas con las que estaría en un contexto pero jamás en otro.

Le ordeno que se ponga en la postura de mesa, cuatro patas sosteniendo su cuerpo de cerdo. Le piso las dos manos. Las tiene grandes, toscas y peludas. Aprieto. Cuando parece que voy a parar, aprieto más. Me muevo y antes de que pueda reaccionar le pego una patada en el costado.

Jamás habría podido llegar aquí por el dolor. Aterricé aquí en primer lugar por el vicio, me quedé por la jerarquía, el control y el sometimiento y aquí estoy, tiempo después, disfrutando de hacer daño, de forma despótica y encarnizada.

La comunidad es un invento, al menos entendida como un ente monolítico. Es un concepto que hemos creado para sentirnos acogidos en la disidencia, pero que nos negamos a cuestionar porque eso implicaría admitir que nos unen o separan muchas más cosas que las prácticas.

Los s. acostumbran a lucir collares, pero los D. no solemos llevar nada. Los símbolos originalmente eran objetos partidos en dos, siendo las dos partes necesarias para tener el significado completo. Su collar es pertenencia, mi cadena posesión y juntos hacen equilibrio.